Bibliosol de vuelta a las calles:
Las callejuelas de Madrid tienen ese Je ne sais quoi…
«Me acuso y confieso, ayer un peligroso grupo de criminales y terroristas abertzales, instigadores de conspiraciones contra las sagradas instituciones de esbirros, sinvergüenzas y lameculos del poder financiero, ¡uy que he dicho! que Dios me perdone, quería decir contra los que velan por nuestro bienestar, y para prevenir la inminente comisión, por nuestra parte “of course”, de un delito, de un execrable crimen consistente en OFRECER LIBROS A LA CONCURRENCIA ¡EN QUE MOMENTO DE DEBILIDAD MORAL Y MENTAL SE NOS PUDO OCURRIR SEMEJANTE SALVAJADA! fuimos identificados (una compañera y yo mismo) por unos miembros de las honorables fuerzas de seguridad, que dios tenga en su gloria (a ser posible pronto, hoy mismo) con lo que se abortó el presunto/seguro atentado que íbamos a cometer lanzando palabras, frases, pensamientos a l@s allí reunid@s.
Que alivio produce darse cuenta de que siempre hay alguien bienintencionad@ que vela por nuestra seguridad e integridad del alma».
Compañero de Bibliosol.